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Mi estimado
amigo!
Lo que voy a contar hoy comenzó una mañana de
domingo... Estabamos listos para la iglesia.
Je! Je!
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No es que me desagrade la iglesia,
pero deberías escuchar a la gente cantando! Ugh! Siempre deseo cantar
muy fuerte hasta ahogar a todos... pero nunca lo hago.
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